martes, 4 de noviembre de 2014

MÁQUINA DEL TIEMPO

Hola a todos los que leen mi blog. Como ya sabréis yo suelo subir por aquí mis relatos o cualquier cosa que se me ocurra. Pero por una vez me vais a permitir subir algo que no es mío.
Siempre me ha gustado ir a mercadillos para ir rescatando cosas que me llaman la atención o creo que pueden tener algún valor. Por eso cuando hace un año y algo tuve la suerte de viajar a Londres, no pude resistirme ir a Candem Town.
Allí entre miles de artículos como ropa, muebles y diversos objetos encontré un viejo diario de tapas marrones. En un principio me pareció muy curioso que comenzase con la 31 de Enero de 2025 para que en las últimas hojas del diario, terminase con la fecha del 28 de Diciembre de 1904. Inmediatamente después de ver las extrañas fechas, le pregunté al dependiente donde había encontrado el diario.
Él me respondió que lo descubrió en un pequeño apartamento en Baker Street, junto a un montón de cosas que no pertenecían a nadie y que en lugar de dejarlas abandonadas ahí, decidió ponerlas en la venta para que tuvieran una segunda oportunidad. En seguida mi imaginación se disparó y creé la idea en mi mente de que podría haber pertenecido a algún escritor de la época victoriana como R. L. Stevenson,  Arthur C. Doyle o James M. Barrie.
Sin pensarlo dos veces, pagué dos libras por aquel roñoso diario y tras llegar al lugar donde me hospedaba, me puse a ojear sus páginas llenas de humedad, con la esperanza de encontrar algún indicio de que hubiese pertenecido algún escritor famoso de la época. Pero tal fue mi decepción, que tras leer y releer cada una de sus páginas no encontré nada que demostrara a quién había pertenecido. Un tanto decepcionada lo guardé junto con mis cosas hasta hoy.
Ya en España y haciendo limpieza general por mi desastrosa habitación, encontré el viejo diario y he decido compartirlo con las pocas personas que leen mi blog.
31 de Enero de 2025
Hoy ha sido un día muy frío, había nevado durante toda la noche y nada más salir de mi pequeño apartamento, noté el frío aire recorriendo todo mi cuerpo y penetrando por mis huesos. Por suerte donde voy hay calefacción.
Apuro mi café descafeinado con nata y me adentro por las frías calles llena de nieve hasta llegar a un pequeño local. Llamo a la puerta y me abre mi mejor amiga, la cual tengo la suerte de conocer desde hace varios años. Cierro la puerta impidiendo que entre el frío y mi amiga se limita a observarme como me quito mi protección contra el frío que consiste en un abrigo, una bufanda y una par de guantes.
_ ¿Una taza de té?
Sonrío y enseguida sabe la respuesta. Eso es lo bueno de una amistad desde hace tantos años, que las palabras sobran. Ella calienta el agua y me sirve un té con dos terrones de azúcar.
_ ¿Y bien? _ Pregunto mientras soplo sobre la taza antes de comenzar a beber.
_ He corregido los fallos de la máquina y creo que ya no habrá problemas si decidimos volver a viajar en el tiempo.
El silencio vuelve a reinar entre nosotras y mi amiga decide coger su caja de herramientas mientras yo apuro mi taza de té antes de que se enfríe. Hace tiempo que ella y yo comenzamos a construir ese artefacto que nos permite viajar por el tiempo siguiendo las teorías de varios científicos y con un poco de suerte la tendremos para el concurso anual de inventos que se celebrará dentro de seis meses.
Estamos seguras que tanto tiempo de esfuerzo y dedicación no hará que solo ganemos una gran fortuna, sino que también, cerraremos la boca a todos esos científicos que se reían de nuestras teorías alegando, que un par de mujeres jamás conseguirían tal hazaña.
_ ¿Ya has decidido la época en la quieres viajar? _ Me pregunta mi amiga sin levantar la vista del motor.
_ Dado que la última vez que viajamos escogiste la segunda guerra mundial en Alemania, esta vez he decido escoger una época más tranquila. Así que viajaremos a finales del siglo XlX principios del XX.
_ De acuerdo _ Me responde mi amiga antes de ajustar una última tuerca_ Pero esta vez viajarás tú sola para evitar riesgos y en caso de que te ocurra algo podrás activar la señal de alarma desde el dispositivo instalado en la pulsera que llevas puesta y yo acudiré en tu ayuda.
Ante su respuesta no puedo evitar sonreír al recodar el riesgo que corrimos la primera vez que viajamos junta a la Alemania nazi cuando un grupo de oficiales nazis pensaron que éramos espías por nuestra extraña ropa del siglo XXI.
Mientras mi amiga vuelve a la máquina, yo me cambio de ropa. Opto por un vestido de color azul de la época victoriana, conjuntado con un pequeño bolso y en el que llevo dentro mi diario de anotaciones.
_ ¿Cómo estoy con mi ropa victoriana?
_ Como una perfecta dama de la época. Aunque no entiendo porque siempre tienes que llevar encima ese diario en el que siempre estás escribiendo.
_ ¿Y por qué no? Al fin es más seguro que cualquier dispositivo electrónico en donde nos estamos arriesgando a que nos roben la información.  Escribirlo en papel es mucho más seguro y además, si me ven alguna persona de esa época con un artilugio de esta época, ¿qué explicación podría darle?
_ Esta bien… tú ganas. ¿Está preparada?
Asiento con la cabeza mientras me introduzco en la máquina del tiempo, un viejo escarabajo negro reformado por nosotras. Preparo los últimos detalles, fijo la fecha y arranco el coche con un sonoro ruido.
_ Y recuerda que si estás en peligro, pulsar el botón de emergencias _ Me dice mi amiga en forma de despidida _ Que tengas un buen imagen.
Ante mí se forma una gran espiral de colores creando un vórtice que traga a la máquina conmigo dentro haciendo que en menos de un minuto llegue a la época victoriana.
Bajo de la máquina y veo a un pequeño niño vendiendo periódicos que me confirma que no ha habido error. Dejo el coche aparcado en un callejón oculto, lejos de la mirada de los habitantes victorianos y decido emprender mi camino.
Es un día soleado aunque no hace mucho calor. Me acerco con discreción al chico que vendía periódicos y con disimulo veo la fecha del periódico.
_ Domingo 25 de abril de 1900 _ Susurro en voz baja.
Sonrío al ver que la primera parte del viaje a salido tal y como esperaba. Comienzo a caminar entre una multitud despreocupada y aunque las calles estén cambiadas, me muevo como una ciudadana victoriana más.
Camino fascinada, prestando atención a todo lo que veo, mientras tengo la sensación de que por mucho que observe, jamás podré conseguir ver todo.
Deambulo por Oxford Street y casi sin darme cuenta llego a High Park. Está abarrotado de niños y de niñeras que empujan cochecitos de bebés, pues es un domingo primaveral y ninguna madre ha querido dejar pasar la oportunidad de un bonito día de juegos al aire libre. Recorro el parque, cruzo el puente que hay en el río Serpentine y llego a Kensington Gardens, un segundo parque más pequeño que pertenece a High Park.
Continúo con mi particular paseo, me detengo brevemente ante el monumento Royal Albert y pienso que no ha variado mucho de un siglo a otro. Sonrío y decido que ya va siendo hora de volver a mi tiempo cuando una conmovedora escena me detiene. Ante mi veo a un hombre adulto pero bastante bajo de estatura que juega con un San Bernardo y tres niños pequeños.
Lo reconozco al instante y una ola de admiración me recorre el cuerpo. Quiero acercarme a él y decirle lo mucho que lo admiro, pero por más que lo intento no puedo. Un gran miedo al ridículo hace que mis piernas no se muevan hacia él y que automáticamente se dirijan hacia la máquina del tiempo.
 A partir de aquí el diario se vuelve un tanto confuso debido a que el tiempo ha hecho de las suyas y las manchas de moho dificultan la lectura. Pero he podido recuperar la mayor parte del contenido aunque hay varias lagunas.

28 de Agosto de 2025
… al final hemos conseguido que nuestro proyecto esté listo para la feria de inventos que tendrá lugar en algunos días. ¡Estoy tan emocionada! Estoy segura de que ganaremos el primer primero y además  conseguiremos que la mujer tenga un papel más relevante en…
15 de Septiembre de 2025
Mañana por fin es el gran día. Estoy tan emocionada que casi no puedo pegar ojo. Al final hemos acordado que seré yo quien viaje al pasado y traiga una prueba de mi particular viaje y ya tengo decidido donde viajar y que traer.
18 de Septiembre de 2025
¡¡¡Ganamos!!! No hubo duda de que lo haríamos cuando vimos las miradas estupefactas del jurado cuando vieron el periódico con fecha de 1902 y ahora nuestros nombres pasaran a la historia, pero aún así me siento vacía…
25 de Octubre 2025
Nuestros problemas económicos se han acabado. Tras ganar el concurso, un empresario nos ofreció una gran cantidad de dinero por nuestro invento. Mi amiga ya ha pensado en que va invertir su parte del dinero… Por mi parte yo aún no tengo ni idea de lo que voy hacer con mi parte.
Quizás me compre una casa de estilo victoriana en Bloomsbury o quizás alguna que esté cerca de Hyde Park…
15 de Noviembre 2025
Ya lo he decidido, me voy de esta época. Hace unos días comenté lo triste que me sentía a pesar del éxito obtenido por mi experimento.
Estuve pensando la razón de mi estado de ánimo, hasta que la respuesta me llegó como un relámpago. Odio esta época.
Tan simple como eso. Odio como la tecnología ha acabado por distanciarnos los uno de los otros, convirtiéndonos en robots casi sin sentimientos, los cuales damos más importancia comprobar nuestros aparatos electrónicos antes de preguntar a una persona eso de ¿cómo está?... Por no hablar de las relaciones personales.
¿Dónde se han metido esas parejas que se declaraban amor eterno?... ahora el amor solo dura lo mismo que una aventura en la cama con un desconocido.
No… definitivamente necesito cambiar de época. Y por eso he decidido mudarme a finales del siglo XIX o principios de del XX. ¿Por cuánto tiempo?... Ni yo misma lo sé.
30 de Noviembre 2025/1904
Aunque mi mejor amiga no está de acuerdo del todo, finalmente ha comprendido mi postura. Así que tras hacerme algunos vestidos de la época y cambiar mi dinero por dinero de la época, he encendido la máquina del tiempo y ahora me encuentro aquí, en 1904.
Me he despojado del cualquier rastro del siglo XXI… menos de una pequeña pulsera electrónica que me permite con mi amiga en caso de que quiera volver. Ya va siendo hora de ser un poco más humana y dejar del lado los estúpidos artilugios de mi época que me estaba convirtiendo poco a poco en un robot.
7 de Diciembre de 1904
Apenas llevo viviendo aquí una semana y me siento como si hubiera vivido aquí toda mi vida.
Sé que sólo se llevan algo más de un siglo mi época y esta… pero siento como si me hubiera transportado a un mundo diferente. Esta época es demasiado distinta a la caótica que dejé atrás… ¿Pero sabes lo más curioso?, que me siento como si hubiera pertenecido aquí toda mi vida. Se acabó eso de vivir en un mundo en que los sentimientos se han dejado a un lado…
Por otro lado, me he comprado una pequeña casita al lado de Kengsintons Gardens y además he comprado una estrada para asistir a una obra de mi escritor favorito en el teatro. Estoy tan emocionada… se celebrará en el Duke of York  el 27 de este mes y no puedo esperar.
28 de Diciembre de 1904
Antes de redactar lo que fue para mí la que fue la noche más emocionante de mi vida, te advierto que he decidido dejar de escribir este diario porque ya no tiene sentido redactar cualquier avance en mis estudios, pues también he abandonado la idea de volver a mi época.
Después de esta noche, he comprendido que lo que realmente quiero es dejarme llevar por la magia de este siglo y olvidar el caótico siglo que dejé atrás. Sé que mi mejor amiga se enfadará conmigo, pero sé que me entenderá cuando hable conmigo y le exponga mis razones.
Una vez explicado esto, comenzaré por redactar la noche que ha cambiado mi vida para siempre.
La noche pasada, estaba el teatro Duke of York completamente abarrotado. Tantos niños como adultos estaban expectantes por presenciar la nueva obra de teatro, la cual se había llevado la producción con tanto secreto que todos los asistentes pensaron que estaban a punto de presenciar un gran acontecimiento. Afortunadamente yo como viajera del futuro, sabía perfectamente lo que sucedería… pero aún así estaba emocionada.
De repente las luces se apagaron, el telón se abrió y la obra comenzó (…) Durante el último acto no pude evitar llorar de la emoción cuando la actriz Nina Boucicault gritó: Por favor si creéis en las hadas aplaudid.
En ese momento, sentí como formé parte de la historia al ver como la fina barrera que se interponía entre el escenario y el público se rompía por primera vez al oír los interminables aplausos que hubo en forma de respuesta…
Pero la noche no terminó aquí, es más, lo mejor estaba por llegar. Como es habitual en los días de estreno y después de que finalizara la obra, se hizo una peque recepción en el teatro,  para felicitar a los actores y al autor de la obra.
La sala estaba abarrotada. Nadie se quería ir sin felicitar primero al pequeño hombre que había escrito la obra. Por mi parte opté por contemplarlo desde un segundo plano, pues sentía una horrible vergüenza cuando quería acercarme a él.
Me resulto extraño que aquel hombre que observé el primer día de mi viaje jugando con niños, ahora se mostraba tan tímido… como si sintiera que no pertenecía a ese extraño mundo en las que las personas se creen que tienen derecho de hacer lo que quieran sólo porque son adultos. (…) A lo largo de la noche no para de lloverle las alabanzas y casi no puede dar un paso sin que otra persona del público le estreche su mano o le diga lo mucho que le ha gustado su obra.
Yo mientras tato permanezco oculta, sin llamar la atención recordando la primera vez que leí un libro de él cuando apenas era una niña (…) Quiero felicitarle y decirle lo mucho que me gusta sus obras, pero no me atrevo.
Poco a poco la sala del teatro se va quedando vacía y solo quedan los actores, el autor y algunos asistentes (…) Y finalmente, después de muchos intentos mis pies se acercan a él. Para ser un hombre es más bajo que yo pero no me importa (nadie dijo que los grandes hombres de la historia fuesen altos).  Mientras me acerco con cautela, voy recodando lo mucho que sus libros me acompañaron en mis momentos de soledad y la gran cantidad de tiempo que pasé imaginando este momento los cuales fueron una motivación para crear la máquina del tiempo.
Llego hacia donde esta él y se percata de mi presencia. Se gira levemente hacia donde estoy. Tiene una mirada un tanto confusa, pues no se esperaba encontrarse con una mujer de mediana edad con los ojos llenos de lágrimas por la emoción. Finalmente me pregunta:
_ ¿Se encuentra usted bien?... ¿No le ha gustado mi obra?
Y es justo en ese momento cuando no puedo contenerme y termino por abrazarlo. Por más que quise, no pude evitar ese momento… siempre he sido una sentimental. Antes de que alguien se percate de lo que estoy haciendo le susurro un gracias por todo y salgo de allí corriendo, dejándolo aún más confundido.
Pero lo más sorprendente fue, que cuando esta mañana compré el periódico, vi en una de las páginas una fotografía mía abrazando al autor de la obra (…)

Y hasta aquí la curiosa historia que encontré en el viejo diario y que he decidido subir al blog. Antes de acabar cabe mencionar que entre las páginas encontré una hoja de periódico con la fotografía que se menciona anteriormente… Pero lo más raro de todo fue que al observar mejor la fotografía, la chica la cual abraza al escritor de la obra se parece bastante a mí.  




sábado, 20 de septiembre de 2014

TEORÍA SOBRE LA RELACIÓN ENTRE GRAN HERMANO Y EL SEÑOR DE LAS MOSCAS

A continuación voy a exponer mi teoría de que gran hermano tiene un gran parecido al gran libro "El señor de las moscas"
1º Para empezar al principio del libro, se nos describe una serie de niños que no se conocían de nada, pero que debido al gran accidente del avión se ven obligados a convivir con personas desconocidas. En gran hermano son un grupo de desconocidos que sin tener nada que ver entre ellos se meten a concursar en una casa para conseguir un premio.
2º Al principio del libro se elije un líder e intentan ser amigos y ayudarse entre ellos para conseguir fuego, refugios y comida. En el reality, al principio aunque no haya un líder fijado, todos se llevan bien y hay buen rollo.
3º A medida que se va desarrollando el libro, los niños perdidos de la isla crean fuego para atraer la atención de un barco y ser rescatados, pero con tan mala suerte de que cuando pasa uno, el encargado de fuego no está. Con la consecuencia del que fuego se ha apagado y no pueden avisar al barco, echándole las culpas al responsable del fuego. En la casa de gran hermano hay pruebas. Dichas pruebas consta de unas normas y si no se consiguen, los concursantes pierden una semana de comida y empieza haber mar rollo entre ellos porque ciertas personas no se han esforzado lo suficiente y van a pasar hambre.
4º En la isla pasa el tiempo y cada vez la cosa se complica. Al final uno de los niños mayores se enfada con el líder que habían elegido al principio, provocando una gran pelea entre ellos a causa de las diferencias y creando dos bandos. En el concurso a medida que va pasando el tiempo, el mal rollo se hace presente y ya se va viendo que hay dos jefes (aunque no se hayan elegido) y por lo tanto dos grupos o bandas crean rivalidad ente ellos y de vez en cuando provoca grandes peleas entre ellos.
5º Casi al final del libro los niños más débiles van muriendo por diferentes razones, hasta que solo los más fuertes sobreviven. En el reality aunque no muere nadie, lo más débiles son expulsados a la calle hasta que quedan tres personas en la final.
CONCLUSIÓN: Que gran hermano sería mucho más divertido si se matasen entre ellos en un intento por acabar con la estupidez humana. Y que además doy muchas vueltas antes de dormir.



lunes, 15 de septiembre de 2014

TíTULO: EL CURIOSO CASO DE VICENT BURTON

Érase una vez un país tan lejano que si tuviéramos que ir allí tardaríamos meses en llegar, aunque utilizásemos el vehículo más rápido jamás construido por el ser humano. Ese país era conocido por el País de los Monstruos, pues ahí es donde nacían todos los monstruos que se dedicaban asustar a los humanos. Y algunos eran tan famosos que salían en algunos libros como el Conde Drácula, Frankenstein o el Hombre Lobo.
Y quizás si no hubieran nacido allí los más famosos monstruos, la curiosa historia de Vicent Burton hubiera destacado tanto como para poder llegar a nuestro mundo.
¿Pero quién es Vicent Burton?, bueno quizás va siendo hora de que se le conozca un poco, y la mejor manera de conocerlo es contar su historia desde el principio.
Vicent Burton nació una fría mañana de otoño, era el primogénito de unos orgullosos padres deseosos de que naciera su hijo. Su nacimiento era tan esperado, que quizás por eso Vicent, decidió nacer con una semana de antelación, sorprendiendo a toda su familia.
Pero que naciera con antelación no era sorprendente, lo sorprendente de esta historia es realmente Vicent. A diferencia de los otros monstruos, aquel bebe extrañamente no nació con exceso de pelo, con unos colmillos afilados o con escamas recubriéndole todo el cuerpo. No, aquel bebe nació con una apariencia bastante similar a los bebes humanos.
Y desde el primer instante en que la señora Burton posó los ojos en su bebe de piel rosada, se enamoró de la manera que las madres se enamoran de sus hijos. En cambio el padre entró en cólera pues que su primogénito naciera de esa forma, era un claro signo de que estaban malditos, pero como todo buen padre, pronto comenzó a quererlo y aceptarlo.
Los años pasaron y Vicent tuvo una infancia de lo más normal, fue a la escuela donde aprendió a leer y a escribir, fue querido y mimado por sus padres. Pero a medida que crecía, se sentía cada vez más fuera de lugar, como si el país de los monstruos no fuera el sitio indicado para él.
_ Mama, ¿soy adoptado? _ Se atrevió a preguntar un día Vicent.
_ No hijo, lo que pasa es que eres diferente a los demás monstruos.
_ ¿Y ser diferente es malo?.
_ No. Al contrario, es una buena señal de que llegarás lejos y serás muy querido.
_ ¿Tan lejos y tan querido cómo Dracula, Frankenstein o cualquiera de los grandes monstruos de la historia?.
_ Para llegar a ser como ellos, tienes que tener confianza en ti mismo y quererte tal y como eres, y cuando consigas todo eso, lo demás vendrá solo.
Aquella noche, Vicent se había quedado bastante reflexivo, su madre debía de estar equivocada. ¿Cómo él, un chico tan diferente a los demás monstruos de su edad, iba ser querido por ser tan diferente?. Los grandes monstruos de la historia, siempre destacaron por su horrible apariencia y él era cualquier cosa menos un monstruo horrible.
Insatisfecho con la explicación que le había dado su madre, Vicent se fue al día siguiente a la biblioteca y comenzó a leer los libros sobre los grandes monstruos de su país. Tres meses después, acabó de leer todos los libros llegando a una conclusión: si quería llegar a ser importante tenía que tener un aspecto aterrador y asustar alguna persona del mundo de los humanos.
Así que con el sueño de convertirse en uno de los monstruos más aterradores de la historia, se colocó una dentadura falsa sobre sus pequeños dientes, se puso pelo falso sobre sus cejas, haciendo que sus ojos parecieran más terroríficos. No muy contento con el resultado, decidió añadirle a su disfraz una peluca larga de pelo enmarañado y para terminar, se colocó unas manos falsas, para que sus manos parecieran garras.
Miró la hora en su reloj y comprobó que faltaba sólo dos horas para que amaneciera y por lo tanto para que sus padres se levantaran. Con cierta tristeza por tener que dejar el que fue su hogar durante los primeros diecisiete años de vida, Vicent ruinó toda la valentía y se dispuso a cumplir su propósito.
Con el poco dinero que tenía ahorrado, se pagó un autobús que lo dejaría en los límites del país de los monstruos y a partir de ahí, recorrería un larga camino hasta cruzar la frontera entre su país y el de los humanos.
Pasaron varios meses antes de que Vicent finalmente llegara a la frontera, meses donde pasó todo tipo de dificultades pero que valientemente, supo afrontarlas. Finalmente encontró un enorme muro de piedra con una puerta de madera en el centro y sobre ella un enorme un letrero en el que rezaba: Estás a punto de cruzar la frontera y llegar al mundo humano.
Con una gran emoción que no le cabía en el pecho, el joven y valiente Vicent, cruzó la puerta dispuesto a convertirse parte de la historia de su país. Abrió la puerta con cierto nerviosismo y traspasó el umbral, llegando al mundo humano.
Un brillante sol deslumbró los ojos verdes de Vicent brevemente y con cierto asombro, descubrió que el mundo humano era similar a su mundo. Lleno de valor, recorrió las calles sin rumbo fijo, planeando como iba asustar a sus primeras víctimas. A los lejos divisó un grupo de humanos jóvenes, se acercó hacia ellos y gritó:
_ ¡Grrr soy un monstruo, temedme!.
Pero lejos de causar el efecto deseado, el grupo de jóvenes miraron a Vicent con cierta incredulidad, para después pasar a las burlas y a las risas.
_ ¿No sabes que hoy no es Halloween?_ Preguntó entre risas un chico de pelo rubio y gafas de sol.
_ Deja de molestar y de hacer el ridículo _ Dijo una segunda chica de pelo largo y rizado.
El pobre Vicent se fue apenado, no entendía porque no daba tanto miedo como los grandes monstruos de la historia. Pero como era habitual en él, pronto se recompuso de la mala experiencia y decidió intentarlo una segunda vez probado suerte en un parque lleno de niños. Con paso firme y decidido, se acercó hacia una niña pelirroja y volvió a gritar:
_ ¡Grrrr soy un horrible monstruo, témeme!
La hermosa niña de pelo anaranjado miró a Vicent con sus ojos verdes muy abiertos y luego se fue corriendo hacia un banco cercano.
_ ¡Por fin! _ Exclamó Vicent _ ¡He conseguido asustar a un humano, pronto seré temido y recordado!
_ ¿No le da vergüenza a su edad ir asustando a los niños de esa manera? _ Preguntó una mujer que al parecer era la madre de la niña pelirroja, pues se parecía mucho a ella. _ Váyase del parque si no quiere que llame a la policía
Mucho más triste que la primera vez, el pobre y desdichado Vicent, se fue a un banco apartado del parque y comenzó a llorar. No entendía lo que pasaba, pues él había hecho exactamente lo mismo que Drácula, Frankenstein o cualquiera de los grandes monstruos de su país. Pero lo peor de todo eso, es que tendría que volver a su país siendo un fracasado y sin conseguir sentirse querido y aceptado.
_ ¿Por qué lloras?
Vicent levantó sus ojos llenos de lágrimas y se encontró con el dulce rostro de una chica de más o menos de su edad.
_ Porque nunca conseguiré ser tan querido y aceptado como los fueron los grandes monstruos de mi país.
_ ¿De tu país?... ¿Eso quieres decir que no eres de aquí?
_ No, soy del país de los monstruos.
_ ¿Y cuál en la razón por la que has decidido abandonarlo y llegar hasta aquí?
El desdichado Vicent dudó un momento antes de responder a la pregunta de esa desconocida, pero ya que no tenía a nadie decidió contarle su historia.
_ Porque soy diferente a los demás monstruos. No nací con colmillos afilados, con garras o con exceso de pelo. Y desde siempre quise encajar con los demás monstruos porque siento que soy diferente y a consecuencia de ello no me siento querido. Por eso decidí vestirme de manera terrorífica y venir aquí con la esperanza de poder asustar.
_ Mi madre siempre dice que para sentirnos queridos por los demás, primero debemos aprender a querernos tal y como somos. _ Respondió con una sonrisa la hermosa chica mientras se sentaba a su lado.
_ Qué curioso mi madre también dice eso _ Dijo Vicent mientras sonría por primera vez desde que comenzó el viaje.
_ ¿Y cómo eres en realidad?. Quiero decir, ¿cuál es tu aspecto sin tu disfraz?
_ Soy bastante feo.
_ Seguro que no lo eres _ Volvió a sonreír la chica mientras agarraba las manos de Vicent _ ¡Auch!... me has arañado con tus manos.
_ Lo siento mucho, son mis garras falsas.
Vicent se quitó las falsas garras dejando al descubierto sus manos. La chica volvió a sonreír y Vicent decidió que ya no merecía la pena seguir con el disfraz. Se quitó la horrenda peluca que llevaba, dejando al descubierto su corto pelo castaño. Después se quitó sus cejas falsas dejando al descubierto sus ojos verdes y por último se quitó su dentadura falsa, dejando al descubierto una bonita sonrisa.
_ Pues no eres tan horrible como dices. A mí me pareces un chico bastante guapo.
_ Gracias. Por cierto mi nombre es Vicent Burton, ¿y el tuyo?
_ Me llamo Charlotte Smith, un placer. ¿Quieres ser mi amigo?
Vicent no supo que responder pus nunca antes nadie le había hecho esa pregunta. Volvió a mirar hacia la chica que seguía sonriendo y comprendió que no estaba mintiendo. Y después de mucho tiempo, comprendió lo que su madre había querido decir, pues siendo él mismo había conseguido tener una nueva amiga.

Y sintiéndose querido después de mucho tiempo, aquel chico proveniente del país de los monstruos pero con una apariencia humana, agarró la mano que su nueva amiga le tendía y juntos emprendieron una nueva amistad.

domingo, 29 de junio de 2014

¡NOMINACIÓN DEL BLOG! (PREMIOS LIEBSTER ADWARD Y PREMIO DARDO)

Muchísimas gracias al blog LA NOCHE DEL BESTIARIO por nominarme a estos dos premios :D
Las preguntas que me hicieron fueron:
1. ¿Qué es lo más importante de la literatura?
Para mi lo más importante es la emoción que llega a transmitir los personajes a medida que se van desarrollando a lo largo de la historia.
2. ¿Cambiarías algo de tu país (problemas de corrupción, narcotráfico etc?
Cambiaría la corrupción que hay en la política española.
3. ¿Crees en alguna ideología?
La verdad es que no (aunque creo en la bondad del ser humano, no sé si eso cuenta)
4. ¿Podrías emigrar de tu país?
Sí. Pero ahora mismo no tengo dinero :(
5. ¿Qué es lo que te parece más importante de la educación?
Creo que es lo más importa de la educación es inculcar la creencia de que todo con esfuerzo y positividad se puede conseguir en la vida.
6. ¿Tuviste algún maestro/a, profesor/a que haya cambiado totalmente tu manera de pensar?
Tuve una profesora en tercero de E.S.O de lengua que por su manera de dar las clases me enseñó mucho.
7. ¿Qué opinas de censurar el arte?
Pues que no se debería hacer.
8. ¿Crees que pueda cambiarse el mundo solo con una actitud positiva?
Totalmente.
9. A propósito, ¿qué opinas del optimismo que lleva a creer que siendo positivo todo puede arreglarse?
Pues aunque pueda parecer una ingenua, creo firmemente en ese pensamiento.
10. ¿Qué te gustaría hacer en los próximos años?
Aprender muy bien inglés y poder independizarme (en Londres si es posible)
11. ¿Hay algún proyecto nuevo para realizar (no importa el ámbito)?
Estudiar inglés y seguir escribiendo mucho (aunque sea por diversión)

lunes, 23 de junio de 2014

LA ENFERMEDAD

Hace mucho tiempo en un reino lejano, había un rey y una reina que no podía ser más afortunados, pues tenía una preciosa hija que poseía unos enormes ojos de color del cielo y un pelo tan negro como la noche. Dicha princesa era muy famosa en el reino y no solo porque poseía una gran belleza, si no porque dicha princesa siempre rechazaba a todos los príncipes que le proponían matrimonio, alegando que no se podía casar con nadie con el que no sintiera nada.
Y eso hacía que les trajera a sus padres más de un quebradero de cabeza, pues ellos deseaba que su preciosa hija contrajera matrimonio. Siempre intentaban hablar con ella para que entrara en razón con respecto tener una relación con alguno de los príncipes de los otros reinos.
_ Pero hija_ Solía decir su madre _ ¿Por qué no te decides por uno de los apuestos príncipes de los otros reinos?
_ Porque madre no siento nada por ninguno. Además ¿cómo se supone que sabré si estoy enamorada si no sé lo que se siente al estarlo?
_ Estar enamorada es como estar en las nubes.. No comes ni duermes porque sólo piensas en esa persona. Estás todo el día con esa persona en la cabeza, sintiendo que si no tienes nada con él tu mundo se desmorona y por supuesto quieres pasar el resto de tus días con él.
_ Madre tal y como lo describes no quiero sentirlo, pues parece una grave enfermedad.
_ El amor es una de las enfermedades más bonitas que existen y que no importa si la padeces.
Ante esa explicación de su madre, la princesa se quedó pensativa. Si realmente el amor es una enfermedad, ¿por qué no la erradicaban?. ¿O por qué los médicos no la trataban como los dolores de cabeza y las fiebres?
Pero a pesar de todas esas preguntan que rondaron su cabeza durante días, la joven y confundida princesa no encontró respuesta. Los días siguieron pasando hasta que casi sin darse nadie cuenta, llegó el cumpleaños número dieciocho de la princesa.
Como era normal se organizó una gran fiesta en la que estuvo invitado todos los reinos cercanos. Decoraron el salón principal con tapices traídos desde el lejano oriente medio, contrataron a los mejores músicos del reino e hicieron el mejor banquete de comida que jamás se había cocinado. Llegaron muchas personas desde todos los reinos que esperaban ver a la sucesora del trono cumplir los dieciochos, en especial los príncipes que esperaban desposar.
Y justo cuando el reloj de gran sala marcó las seis en punto, la hermosa princesa ataviada con un hermoso y elegante vestido rojo, bajo por la gran escalinata de mármol blanco. Todos los príncipes la miraron con gran asombro, pues nunca antes habían visto a una joven tan hermosa. La hermosa joven descendió por las escaleras y haciendo un gesto con su delicada mano blanca como la porcelana, dio por comenzada la fiesta.
La princesa comenzó a pasearse entre los asistentes, perdiéndose en un océano formado por trajes elegantes, risas e infinidad de personas que para ella eran desconocidas. Para cualquier persona ajena de la realeza que se hubiera introducido en una fiesta de ese estilo por primera vez, se hubiera quedado sorprendido ante la grandiosidad del evento, pero lamentablemente para la protagonista de la fiesta no era más que un aburrido evento en la que la obligaban a poner buena cara y fingir que se lo pasaba bien.
Pasaron las horas y la fiesta casi había llegado a su fin para alegría de la princesa, que deseaba que se acabara de una vez por todas para poder retirarse a sus aposentos. Pero cuando estuvo apunto de marcharse, vio entre los pocos asistentes un apuesto joven de unos grandes ojos marrones que tendría su misma edad. Y fue en aquel momento cuando sus ojos del color del cielo se cruzaron con los de aquel muchacho cuando comenzó a sentir una oleada nueva de sentimientos.
Comenzó a sentirse mareada como si le costase respirar y mantenerse de pie al mismo y tiempo. Notó como su vida no tenía sentido si no era con ese apuesto joven y comprendió para su desgracia, que estaba enamorada.
_ Madre, ¿quién es ese apuesto joven del traje azul oscuro?
_ ¿A quién te refieres?
_ A ese de ahí _ Señaló con su dedo índice.
_ Yo no voy a nadie.
Y efectivamente, para su desgracia aquel joven príncipe se acababa de ir con sus padres, dejando a la princesa bastante confundida a la vez que triste por no averiguar ni tan siquiera su nombre.
Pasaron meses en los que la pobre princesa se sentía cada vez más triste por no ver a ese misterioso joven. Perdió el apetito y apenas dormía... como si estuviera enferma. Solo que esa enfermedad llamada amor no tenía cura.
_ Ana _ La llamó un día su madre _ Este año celebraremos la fiesta que da la bienvenida el verano en nuestro palacio.
La princesa Ana que desde la fiesta de su cumpleaños no pensaba en otra cosa que volver al misterioso hombre que le hizo enfermar de amor, divisó por fin un pequeño atisbo de esperanza Si todo saldría bien, podría volverlo a ver.
_ Y quiero que como sucesora al trono _ Siguió hablando la madre _ entables amistad con los demás jóvenes del reino, pues no nos conviene entrar en guerra.
_ Así lo haré madre. Bien, iré a supervisar los preparativos para el evento.
Y por fin, después de mucho meses estando enferma, la princesa sonrió. Por fin podría volver aquel misterioso chico que hizo que contrajera una de las peores enfermedades jamás padecidas y con un poco de suerte conseguiría curarse.
Pasaron los días y por fin llegó el tal ansiado día en el cual se celebraría el evento. Al igual que su cumpleaños, llegaron miles de personas de los otros reinos que admiraban las miles de farolillos de colores que decoraban el enorme jardín. La joven princesa comenzó a saludar a todo el mundo con educación, esperando ver a su ansiado príncipe.
Estuvo casi media hora saludando a un montón de personas que en pocos minutos olvidaría y cuando pensó que el chico que le había enfermado de amor no había venido, lo encontró hablando con una condesa. Y los síntomas del amor, comenzó a mostrarse en la joven.
Su mente se nubló haciendo que sólo pensase en él, comenzó a sentir un fuerte dolo en el corazón y sintió que pronto desfallecería de la emoción. Con paso tímido pero decidido, se acercó hasta él y lo saludó cortésmente haciendo una pequeña reverencia con gracia. El joven la sonrió y le devolvió la reverencia.
_ ¿Me permite ausentarme de nuestra agradable conversación durante unos minutos, madame Brilliant? Creo que esta encantadora princesa me requiere.
_ Por supuesto joven _ Sonrió la vieja condesa.
Los jóvenes se dirigieron al centro del enorme jardín y comenzaron a bailar al ritmo de la música.
_ Y dime _ Comenzó el joven _ ¿tiene esta hermosa y joven dama algún nombre?
_ Me llamo Ana Darling... estuviste en mi cumpleaños hace unos meses atrás.
_ Lo recuerdo. Jamás podría olvidar una mirada tan penetrante como la tuya. Yo me llamo David Jones y soy el hijo de los reyes que gobiernan en el reinado del norte. Desde que te vi el día de tu cumpleaños, jamás he podido olvidarte... eres la joven más hermosa que jamas he visto.
La princesa Ana sonrió complacida.
_ Y creo que sería un error negar que he comenzado a sentir algo por ti.
_ No niegues lo que sientas, pues yo también enfermé de amor la primera vez que te vi... Conozco un sitio apartado donde podríamos estar solo.
El príncipe David sonrió con una sonrisita de complicidad y siguió a Ana a través del jardín. Pasaron a través de algunos invitados que los miraban curiosos, atravesaron el viejo arco de piedra que daba rumbo al lugar apartado del jardíny no pararon hasta llegar a un sitio apartado cerca de un gran lago. El sol había comenzado a descender, tiñendo las nubes de naranja y haciendo que algunas estrellas tímidas comenzaran a salir.
_ Y bien mi amada Ana, ¿por qué tanto misterio?
_ Quería hablarte de un asunto que lleva dentro de mi cabeza desde hace meses.
David le puso su dedo indice sobre los labios carnosos de Ana y sonrió.
_ Antes me gustaría decirte algo. Desde que ti por primera vez aquel día e tu cumpleaños me enamoré de ti. Sentí como te convertiste en la única persona con la que quiero vivir mi vida. También te convertiste en el centro de mi universo y comprendí que yo también enfermado de amor.
_ Entonces... ¿tú también comprendes que el amor es una enfermedad?
_ Por supuesto. Es una enfermedad que nos vuelve tontos, nos quita el sueño y el apetito... Pero es la enfermedad más bonita del mundo.
_ Entonces comprenderás que como enfermedad debe ser erradicada.
_ ¿Qué has querido decir con eso? _ Preguntó el príncipe David con los ojos muy abiertos.
_ Que si es una horrible enfermedad debería ser exterminada, como por ejemplo, las fiebres y los catarros.
_ No entiendo a donde quieres llegar...
_ Quiero decir, que como el amor es una enfermedad debe de ser erradicada. Y puesto que tú eres el virus que causó que cayera en esta estúpida enfermedad... No me queda más remedio que acabar contigo para poder curarme del todo.

Y antes de que el joven y apuesto príncipe llamado David pudiera reaccionar, la princesa Ana acabó con él de una puñalada en el corazón. Acabando con esa horrible enfermedad llamado amor que llevaba padeciendo.

viernes, 9 de mayo de 2014

FELIZ 154 CUMPLEAÑOS J.M.BARRIE



Querido Sir James. M. Barrie:
Tú no me conoces, por desgracia moriste mucho antes de que yo naciera. En cambio, yo si tengo la grandiosa suerte de conocerte y en tu cumpleaños número 154 me gustaría felicitarte escribiéndote esta carta, pero la verdad, no sé ni por donde empezar.
Lo normal sería decirte que el mundo ya no es el mismo desde que lo dejaste y que se ha vuelto demasiado confuso y caótico, pero no quiero aburrirte. Así que quizás debería empezar por explicarte la forma en que me hiciste hacer un largo viaje hacia Inglaterra, sólo para ver Kensingtons Gardens y acabar con el corazón roto de tristeza porque una mínima parte de mi, esperaba encontrase contigo. O quizás debería empezar por describir mi profundo odio hacia las adaptaciones fílmicas de Peter Pan y el empeño que tiene los directores en incluir una relación amorosa entre Peter y Wendy... O puede que mejor sería empezar por el principio, ¿no te parece?
La primera vez que oí hablar de ti fue en la película “Hook”, donde te mencionaban. Pero claro, yo por aquel entonces tenía cuatro años y no presté demasiada atención. Lamentablemente tuvo que pasar varios años hasta que tu nombre creara impacto en mi mente.
Y fue cuando tenía trece años y viendo un documental sobre la nueva adaptación fílmica de Peter Pan (2003) cuando volvieron a mencionar tu nombre. Como es habitual en mi, pronto quise leer el libro original que tú escribiste, pero no fue hasta el siguiente verano en el que tuve la oportunidad de leer tu maravillosa obra tomándola prestada de la biblioteca. ¿Y qué decir?... simplemente que me sentí trasportada a Nunca Jamás, consiguiendo que se me erizara los vellos en la parte en que Peter está a punto de morir y grita valientemente: Morir será una aventura tremendamente formidable (y te puedo asegurar que de momento eres el único escritor que ha conseguido provocar eso en mi).
Y se puede decir que desde el primer instante que terminé el libro, te convertiste automáticamente en mi escritor favorito. Por suerte en la edición que había en la biblioteca había una pequeña biografía tuya y al final de ésta, una foto tuya con la que pude saciar mi repentina curiosidad por ti. Y tengo que confesar que la primera vez que te vi lo primero que pensé es que tenía una mirada muy triste como para haber sido un escritor de mucho éxito, aunque ahí no acabaron las sorpresas.
Pues en la misma biografía en la que aparecía tu fotografía, también había otra fotografía de una estatua. Pero no de una estatua cualquiera, si no la de Peter Pan que se encuentra en Kenseington Gardens. Una estatua que vi por primera vez en la película “Hook” y que desde el primer momento que supe donde se encontraba, me propuse como objetivo ir a verla. Y por suerte pude cumplir mi sueño hace una año.
Pero no hablemos de mi... Después de leerme Peter Pan, quise saber todo sobre ti y leer más libros tuyos, pero tuve que esperar unos años hasta que conseguí saber más de ti y leerme otro de tus libros. El siguiente fue “My lady Nicotine” y si ya me tenías enamorada con Peter Pan, con My lady Nicotine, conseguiste conquistarme del todo. ¿Y por qué no confesarlo?, después de leer ese libro, me enfadé con Peter Pan porque hizo que tus otras grandes obras quedasen “ocultas”. Pero no contenta con leer más obras tuyas, decidí leer e investigar sobre tu vida, ¿y sabes qué?, descubrí porque tenías esa mirada tan triste... pero no quiero recordarte esos momentos.
Y ahora que ha pasado un siglo desde que publicaste Peter Pan, se han hecho multitud de películas versionando tu historia, haciéndome preguntar que pensarías si vieras esas películas.
Pero si quieres mi opinión, creo que ninguna de las películas ha conseguido captar la esencia de tu libro. Como por ejemplo, la versión del año 2003, en la que pusieron un romance entre Wendy y Peter, el cual nunca existió en el libro... o como la versión de 1991 en la que Peter crece (creo que entraría en cólera si la vieras), por no hablar de las versiones pastelosas de Disney y como la industria ha convertido tu personaje en algo demasiado comercial, distorsionando la imagen original del personaje.
Bueno creo que ya va siendo hora de que te deje continuar con tu descanso eterno, pero antes déjame decirte que simplemente gracias.
Gracias por todo. Por ayudarme a superar las etapas más difíciles de mi vida, gracias por llevarme a Nunca Jamás, gracias por enseñarme que los sueños se pueden cumplir...Y sobre todo, gracias por ser un gran hombre y una maravillosa persona, porque siempre pensaré que el mundo está falto de grandes hombres como tú, que hacen la vida más llevadera.
Sin más, espero que tengas un feliz 154 cumpleaños estés donde estés.




viernes, 18 de abril de 2014

RESEÑA: UNA ABUNDANCIA DE KATHERINE DE JOHN GREEN

Bueno como sabéis hace poco me leí "Bajo la misma estrella" de John Green y si no habéis leído mi reseña os diré que no me gustó nada y que me pareció el típico libro ñoño. Pero como me sentí realmente mal por no gustarme el libro y hacer una crítica un tanto mezquina hacia John Green, decidí darle una segunda oportunidad y leerme otro libro suyo.
Elegí el segundo libro que escribió, "Una abundancia de Katherines" porque la idea de que el protagonista sea un chico superdotado me pareció interesante.
Pero ¿que ha pasado?, que como ya predije desde el primer momento el libro es más de lo mismo. Como ocurrió con "Bajo la misma estrella" el argumento es aburrido y predecible. Desde el capítulo tres ya sabía como iba a terminar. El libro es el típico libro con un argumento romántico pero con la diferencia (y eso le da un punto a su favor) de que el protagonista es un genio obsesionado con un teorema y se pasa todo el libro intentando crearlo y que tiene un amigo musulmán (y que en mi opinión es el típico sujeta-velas).
Pero aparte de eso, John Green vuelve a decepcionarme con otro libro predecible. Lo siento soy una persona miserable.
Puntuación: 2 sobre 5

sábado, 12 de abril de 2014

LA JUSTICIERA DE LA NOCHE (SEGUNDA PARTE DE JAMES BLACK)

Comisario Watson:
 Antes que nada me gustaría indicarle que el paquete que le adjuntado con la carta no debe de abrirlo hasta que haya acabado de leer. Usted no me conoce, soy solo una típica ciudadana. Pero entonces se preguntará porque demonios le he enviado este paquete adjuntado con una carta.
La respuesta es sencilla, es porque he cometido un asesinato y por favor no quiero que juzgue mis actos sin conocer antes los hechos que me llevaron a cometerlo. Todo comenzó hace dos años cuando encontré a mi hermana Emma muerta a causa de dos cortes que se había hecho ella misma en cada muñeca.
Inmediatamente llamé a una ambulancia, pero ya nada se pudo hacer por ella pues, llevaba una hora muerta. Y me pregunta fue cuando la vi, ¿qué es lo que había impulsado a una chica querida por todos a llevar a cabo tal atrocidad?. Pero por suerte la respuesta me llegó cuando encontré su viejo diario junto a sus pertenencias.
Comencé a leerlo y cual fue mi sorpresa que mi hermana estaba embarazada de dos meses de un tal James Black y que éste la arrojó al suicidio cuando fue insultada y despreciada delante de todos sus amigos cuando ella le comunicó la noticia.
Supongo que no hace falta que le describa la rabia que se apoderó de mi cuando leí esa parte y el deseo de encontrar a ese cabrón, ¿pero qué podía hacer yo, una chica de dieciocho años y estudiante de veterinaria?. Y entonces y después de pasar una noche en vela, se me ocurrió el plan perfecto. Me volvería como mi hermana, iría a los lugares donde ella solía tomar algo y me relacionaría con personas de su entorno hasta dar con ese tal James.
El trabajo no fue fácil, me costó encontrarlo pues ese chico iba a una discoteca diferente cada fin de semana. Pero al fin conseguí dar con él y el resto no fue más que un juego. Conseguí seducirle y que me llevara a su piso en el centro de la ciudad. Una vez allí y después de la cena estaba claro que lo único que quería era acostarse conmigo.
Y antes de que lo hiciera, le convencí para que se bebiera conmigo una copa de champán y sólo me bastó un minuto para que cayera inconsciente a consecuencia de la droga que vertí en el champán. Lo amarré antes de que estuviera consciente y cuando se despertó le conté quien era y porque le había hecho eso. El resto se lo puede imaginar y por si sigue preguntando que contiene el pequeño paquete le diré que no es más que el pene de ese bastardo que le corté de una sola vez antes de acabar con su miserable vida.
Y me temo que ésto no ha hecho más que empezar, pues no pienso parar hasta que acabe con todos los amigos de ese cabrón que se rieron de mi hermana.
Atentamente, la Justiciera de la Noche.
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lunes, 31 de marzo de 2014

EL AMOR HA MUERTO

O al menos eso diría William Shakespeare si hoy viera que la idea que tenía sobre el amor ha muerto. Pues, ¿dónde están los hombres que hacían cualquier cosa por conquistar a una dama?, ¿o esas damas que suspiraba por un amor?. Ahora casi no hay hombres que digan cosas bonitas o mujeres dispuestas a entregar su corazón. Pero lo peor es que lo consentimos. 
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domingo, 30 de marzo de 2014

RESEÑA BAJO LA MISMA ESTRELLA

Bien, es la primera vez que hago este tipo de entrada en mi blog, pero me he decidido hacerla porque yo también quiero dar mi opinión sobre este libro. Por lo que he leído y visto en internet a todo el mundo le ha gustado pero por desgracia a mi no.
Debo de ser la persona más horrible del mundo porque no me ha llegado. Lo leí por simple curiosidad ya que dentro de poco se va a estrenar la película y todo mundo hablaba de él, así que decidí darle una oportunidad.
Pero lejos de ser una buena historia, es un libro romántico lleno de clichés: Chica dura con un problema grave se enamora del típico chico simpático, guapo y agradable (que hace que más de una lectora moja-bragas se enamore de él) y rescata a la pobre chica. A partir de ahí ambos se dedican frases pastelosas (que más de uno pondrá en twitter) y se juran amor eterno mientras vivan. Lo único salvable es un hecho que le ocurre al chico protagonista  y un escritor holandés el cual la protagonista admira (es el único personaje carismático y diferente).
El libro en sí está bien para leerlo una tarde que no tienes nada que hacer en casa pero no para ser un best-seller porque no es nada nuevo. Es una trama que ha utilizado la herramienta de la enfermedad del cáncer como camuflaje para tapar una típica historia pastelosa que te puedes encontrar en cualquier libro. Y sí me diréis que el hecho de que la chica protagonista tenga cáncer hace que destaque y que se haga más realista. Pero ya os digo que eso amores no pasan y que los chicos como el protagonista simplemente no existen.
Y ahora me podéis insultar, linchar, criticarme, acordaron de la madre que me parió y decirme que soy un monstruo sin corazón por decir que un libro que se centra en el amor de dos jóvenes con cáncer no es nada del otro mundo (yo mismo lo haría). Pero al fin y al cabo soy una persona y por muy horrible y cruel que sea mi opinión creo que merece ser respetada.
Mi puntuación final es un 2 sobre 5.

miércoles, 19 de marzo de 2014

JULIA WHITE


Julia, aquella chica de pelo color pelirrojo y de ojos marrones, cerró una última vez el libro que estaba leyendo. Lo había leído unas cinco veces, pero aun así no se cansaba, pues para ella leer un libro era como abrir una puerta a otros mundos. Miró el reloj que descansaba en su mesita de noche y se dio cuenta que solo quedaba quince minutos para que empezara las clases.
Desayunó rápido, cogió su vieja mochila de color azul y velozmente se dirigió a la puerta. Al pasar por la cocina se encontró a su abuelo, un viejo gruñón que era el único familiar vivo que le quedaba y que aquel momento se encontraba leyendo The Times mientras bebía a pequeños sorbos su café con leche.
_ Adiós abuelo, me voy al instituto.
_ ¿Acaso crees que me importa lo que hagas? _ Gruñó desde la cocina _ Aunque en realidad no sé porque te molestas en ir, si no sirves para nada.
_ Buenos días para ti también, querido abuelo.
Julia cerró la puerta tras de sí y comenzó a andar a paso ligero hacia su instituto, el cual se encontraba a poco más de diez minutos. Quedaba menos de un mes para que empezase oficialmente la primavera, pero aun así el frío invernal de Inglaterra se hacía notar, sobre todo a primera hora de la mañana. Julia miró su reloj y comprobó que solo quedaba cinco minutos para que empezase las clases.
_ Mierda, voy a llegar tarde.
_ ¡Ey Julia!... ¿te has vuelto a quedar leyendo hasta tarde?
Julia se giró para comprobar quien la había llamado y se encontró con su primer y único amigo que tenía.
_ Buenos días Peter. El problema no es que me haya quedado hasta tarde leyendo, el problema es que las clases empiezan demasiado temprano.
_ Ambos sabemos que aunque las clases comenzasen a las doce del mediodía, llegarías tarde… pero eso forma parte de tu encanto, pelirroja. Por cierto feliz diecisiete cumpleaños.
_ Te has acordado_ Sonrió Julia.
_ ¿Cómo se me iba olvidar el cumpleaños de mi mejor amiga?... Aunque no he podido comprarte nada, ya sabes la economía de un chico de diecisiete años no es muy grande.
_ No hacía falta que me regalases nada. Al contrario, con que te hayas acordado de mi cumpleaños es suficiente. 
_ Eso me suena a que tu abuelo no te ha felicitado. ¿Me equivoco?.
_ Para nada, es más lo más bonito que me ha dicho hoy es su típica frase de “no sirves para nada”.
_ Julia deberías denunciarlo, no es normal que te dejes insultar de esa manera por no hablar de las palizas que recibes por parte de él.
_ Ya hemos hablado de esto Peter, no puedo denunciarlo… él es mi abuelo y el único familiar vivo que me queda y si lo denuncio, ¿a dónde iré?... No pienso ponerme en mano de una asistente social hasta que cumpla los dieciocho. Además dentro de poco me iré a la universidad
_ Pero ¿y si te pasa algo antes de que vayas a la universidad?, ¿y si por un mal golpe acabas en el hospital?
_ No te preocupes, estaré bien.
La campana del instituto sonó, anunciando que las clases acababan de comenzar. Julia y Peter se apresuraron en entrar corriendo en el instituto.
_ Te veo luego, Peter.
Un grupo de chicas que estaban en la puerta miraron a Julia de reojo y comenzaron a reírse de ellas e incluso Julia pudo oír claramente como una de ellas la llamaba friki, pero como siempre la chica pelirroja aprendió a ignorar los insultos que sus compañeros de instituto le dedicaban.
El resto del día trascurrió como un día normal y cuando el instituto acabó, julia se dirigió a la salida, donde su fiel amigo Peter la estaba esperando.
_ Por fin apareces Julia, pensé que te habías ido a Narnia, por cierto ¿qué tal tu examen de historia contemporánea?
_ Creo que bien aunque no tan bien como el de matemáticas.
El resto del camino lo pasaron hablando sobre los exámenes y los trabajos que tenían que entregar hasta que llegaron a la esquina de la calle y Julia se despidió de su amigo para después regresar a su casa en silencio. Cuando estuvo a punto de abrir la puerta de su casa, se percató de la presencia de su vecina.
_ Hola señora Smith.
_ Hola Julia, ya sabes que puedes llamarme Agatha. ¿te apetece entrar y tomar un té conmigo? Ya sé que no es un buen regalo de cumpleaños pero…
_ ¿Se ha acordado de mi cumpleaños ?. _ La interrumpió Julia abriendo mucho los ojos.
_ Te conozco desde que estabas en la barriga de tu madre… sería muy tonto de mi parte olvidar tu cumpleaños. Por favor pasa y concédeme el honor de tomar un te conmigo.
Julia sonrió y se fue a la casa de de la señora Smith. Una vez allí la amable vecina, le sirvió una taza de té con leche y algunas pastas de chocolate que julia devoraba.
_ Come más despacio o te atragantarás.
_ Lo siento mucho pero no puedo entretenerme mucho, ya sabes como es mi abuelo.
_ Lo sé de sobra, mi marido ha tenido varios enfrentamientos a consecuencia del mal carácter que tiene tu abuelo. Por cierto, ¿todo bien?, ¿cómo es la convivencia con él ?.
_ Bastante buena.
_ ¿Segura?, el otro día os escuché discutir y también oí algunos golpes.
_ En serio, todo está bastante bien entre nosotros. _ Respondió Julia mientras miraba la hora en su reloj _ Se me ha hecho un poco tarde y tengo que volver para estudiar.
_ Está bien, ya sabes que puede volver cuando quieras… Por cierto una última cosa, ¿tienes amigos en el instituto?.
_ Sólo tengo uno, puede que lo hayas visto acompañarme a mi casa alguna que otra vez, pero es el mejor amigo que se puede tener. 
Julia se despidió una última vez de la señora Smith antes de regresar a su casa. Suspiró y contó hasta diez antes de abrir la puerta para encontrarse con su abuelo que la miraba con cara de pocos amigos.
_ Julia White, ¿dónde diablos te has metido?. Niñata malcriada siempre desobedeciendo mis normas.
_ Lo siento, pero la señora Smith me invitó a un té por mi cumpleaños y…
_ ¡Silencio!... ¿no te he dicho yo muchas veces que no hables con la vecina?.¡ Esa horrible mujer siempre metiendo las narices donde no le conviene y encima vas a su casa y te tomas un té con ella en vez de hacerme caso!... ¡Eres una desagradecida, si no fueras por mi estarías en un horrible orfanato!.
_ ¡Y si tú fueras mejor persona te hubieras acordado de que hoy es mi cumpleaños!
Inmediatamente después de haber dicho eso, Julia se llevó la mano a la boca. No quería haber dicho eso pero ya era demasiado tarde, había despertado al monstruo. Su abuelo la comenzó a mirarla con más odio y antes de que se diera cuenta le dio una bofetada en la cara haciendo que algunas lágrimas rodaran por sus mejillas. Pero no contento con eso, el hombre que decía ser abuelo, cogió su viejo bastón de madera y comenzó a golpearla repetidas veces, hasta que se dio por satisfecho.
_ Y que sea la última vez que me replicas, jodida niña del infierno.
Con cierta dificultad, Julia se levantó del suelo y se dirigió a su habitación, un pequeño cuarto con una cama y que contenía sus escasas pertenencias. Se quitó el jersey para ver los numerosos moratones que su abuelo la había hecho en la espalda. Suspiró dolorida, esta vez su abuelo se había pasado con ella. Volvió a cubrir sus moratones con su jersey y entre sus pertenencias buscó un viejo vinilo de los Beatles que había pertenecido a su padre, lo puso en su tocadiscos y se sentó junto a la ventana, contemplando como poco a poco el sol descendía.
En aquel momento la canción Julia compuesta por John Lennon estaba sonando y no pudo evitar acordase de su padre, pues gracias a esa canción su padre decidió bautizarla de esa manera. En el cielo comenzaba asomarse tímidamente las primeras estrellas y se preguntó porque ella no podía vivir una aventura como los personajes de los libros que solía leer. Una ventura que la rescatara lejos de su abuelo para siempre.
Tristemente, la chica pelirroja y de ojos marrones suspiró otra vez, lamentándose por tener que vivir una vida de lo más normal.
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sábado, 15 de marzo de 2014

Podríamos estar muertas mañana.

Era una fría mañana de domingo de 1645 en Inglaterra. Y como era habitual, la familia McKenzie se dirigía hacia la iglesia para escuchar el sermón del pastor Timothy.
_ Vamos Jeremy, anda deprisa o no llegaremos.
_ Pero madre, ¿por qué tenemos que ir?. La iglesia es tan aburrida _ Protestó el pequeño de la familia mientras se apresuraba en alcanzar a sus dos hermanas mayores.
_ Porque si no vas, estarás condenado a una vida llena de pecados y sufrimientos, para después, condenar tu alma al infierno. Además tu padre es el pastor de la iglesia y si alguno de nosotros faltásemos, estaríamos dando un mal ejemplo.
_ Además hermano, ir a la iglesia no es tan malo. Puedes entablar amistad con los demás hermanos de nuestra comunidad _ Dijo Mary, la hija mediana de la familia _ O también puedes hacer como  Lucy y conquistar al hijo mayor de los Burton.
_ ¿Qué has querido decir con eso? _ Protestó la hermana mayor.
_ No te hagas la tonta Lucy, sabes de sobra que William anda detrás de ti, no hay más que ver como te mira en misa.
_ Pues por mi puede buscarse a otra, yo no siento lo mismo.
_ ¿Y qué mas da?, es un buen partido. Su padre tiene un gran huerto y muchas vacas que los convierte en una de las familias más ricas de la zona.
_ Tu hermana Mary tienes razón. Además en tres meses cumplirás los dieciocho y eso quiere decir que serás una señorita con la consecuencia de que tendrás casarte pronto para formar tu propia familia.
_ Pero madre, yo no siento nada por él. ¿Y no dice las sagradas escrituras que para que una mujer y un hombre se casen hay que haber amor de por medio?.
_ Eso te lo acabas de inventar Lucy. Y para que lo sepas, mi matrimonio con tu padre también fue concertado y poco a poco aprendimos a querernos. Las historias románticas sólo ocurren en las novelas. Y ahora procura poner buena cara en misa o perjudicarás la imagen de tu padre.
Entraron en la iglesia y se sentaron en primera fila. En seguida todos quedaron en silencio al entrar el padre de Lucy o como era conocido, el pastor Timothy. Un hombre que rondaban los cuarenta y que según los miembros de la comunidad, poseía una gran sabiduría y era el mejor pastor que podían tener. Se acercó al altar y se aclaró la garganta antes de hablar.
_ Querido hermanos y hermanas sed bienvenidos un día más a la casa de dios. Como comprobaréis la dicha y la alegría no cabe en mi, pues soy el pastor que más pecadoras ha curado en toda Inglaterra. Sin ir más lejos la semana pasada conseguí atrapar a la pobre hermana Sue que cayó en las manos de la brujería. Por suerte para ella, murió en la hoguera consiguiendo que su alma fuera purificada y se reuniera con el altísimo, Pero aunque he hecho una dura labor, el trabajo aún no ha terminado pues aún queda muchas almas perdidas. _ Hizo una pausa para clasificar las miradas que le dirigía la comunidad antes de continuar _  Y de eso trata mi sermón de hoy, por favor abrid la biblia por el principio del nuevo testamento.
La misa trascurrió como las demás misas hechas por el padre Timothy. Cuando la dio por finalizada, hizo llamar a una familia compuesta por los padres, una muchacha de la misma edad que Lucy y un niño de ocho años.
_ Antes que os marchéis hermanos, me gustaría presentaros a la nueva familia que se ha unido a nuestra comunidad. Ellos son los Smiths y por favor me gustaría que se sintieran acogidos por todos nosotros. Sin más espero que tengáis una feliz semana.
Todos se marcharon de la iglesia menos la familia Smith y la familia del pastor, los cuales siempre esperaban al padre para poder regresar todos juntos a la modesta casa que tenían en el centro del pueblo.
_ Hola yo soy el pastor Timothy McKenzie y esta es mi mujer Joanna, mi hija Mary, mi hijo Jeremy... ¿dónde se ha metido Lucy?.
_ Se ha quedado hablando con el hijo de los Burton _ Se excusó Joanna _ Ya sabes a esa edad las consecuencias que conlleva._ ¡Lucy, ven aquí!.
La hija mayor de los McKenzie que aquel momento estaba hablando con William, escuchó la llamada de su madre y se sitió liberada al tener una excusa con que dejar la pesada conversación. Se despidió de William y se fue hacia donde se encontraba su familia.
_ Disculpa padre, pero estaba hablando con William Burton. ¿Deseaba algo?.
_ Como iba diciendo hermano Thomas, quería presentarte a mi mujer, Joanna así como a mi hija mayor Lucy, mi segunda hija Mary y mi pequeño Jeremy. _ Prosiguió con la presentación el señor McKenzie.
_ Es un placer, yo soy Thomas y esta es mi mujer Elizabeth, mi hija Clarissa y mi pequeño Jackson. Creo que nuestros hijos podrían tener una bonita amistad, pues si no me equivoco tanto mi hija y mi hijo tienen la misma edad que su hija mayor y su hijo pequeño.
_ Así es, yo tengo casi dieciocho, como su hija mayor y para mi sería un placer ser su amiga.
Lucy que en aquel momento estaba viendo como el pesado de William se iba, volvió su vista hacia la hija mayor de los Smith y sintió una punzada en el corazón que nunca había sentido antes, como si le faltara el aire. En seguida apartó la mirada ruborizada.
_ Sería un honor que esta noche vinieseis a cenar a nuestra casa _ Prosiguió Joanna _  Para poder conocernos mejor y poder hablarles sobre el pueblo y el duro trabajo que hace mi marido para mantenerlo limpio de las manos del maligno.
_ Por supuesto. Estaremos allí sobre las ocho. Mi esposa Elizabeth traerá su famoso estofado de verduras.
_ Hasta las ocho entonces _ Se despidió el pastor Timothy.
El pastor junto a su familia abandonó la iglesia mientras hablaba de su productivo trabajo contra la eliminación de las brujas mientras era escuchado por todos los miembros de la familia. Por todos menos por uno. Su hija mayor Lucy, apenas escuchaba a su padre, pues tenía el pensamiento perdido en los profundos ojos de color gris de Clarissa.
Llegó las ocho de la noche y a consecuencia de ello, llegó la familia Smith. Mary fue la encargada de recibirlos y conducirlos hasta el comedor de la casa, mientras Lucy ayudaba a su madre en la cocina.
Tanto la familia Smith como la familia McKenzie se sentaron alrededor de la mesa. Mientras cenaban el pastor comenzó hablar sobre sus triunfos contra el maligno y las brujas que había quemado mientras era escuchado por todos menos por Lucy. La cual se encontraba perdida otra vez ente los enormes ojos grises de Clarissa sintiendo que si dejaba de hacerlo se quedaría sin aire y moriría allí mismo.
_ Por segunda vez, Lucy cariño, ¿puedes traer los platos y el estofado de la señora Smith?.
_ ¿Qué?... Ah si, perdona madre, no sé donde tenía la cabeza. Ahora mismo voy.
_ Clarissa, ayuda a Lucy. Seguro que ella no puede traer las dos cosas al mismo tiempo y necesitará ayuda.
_ Por supuesto padre.
Ambas chicas se dirigieron a la cocina, pero lo que parecía ser un simple recorrido hacia otra parte de la casa, para Lucy fue un gran suplicio, pues Clarissa estaba junto a ella dispuesta ayudarla con los platos. Nerviosamente, comenzó a sacar la vajilla del mueble mientras Clarissa cogía el estofado, pero fueron esos nervios los que traicionaron a Lucy, haciendo que uno de los platos se cayera al suelo rompiéndose en mil pedazos. Rápidamente comenzó a recoger los pedazos.
_ Déjame que te ayude _ Sugirió Clarissa mientras se agachaba para recoger los pedazos.
Y fue en ese momento cuando los ojos azules de Lucy se volvieron a cruzar con los grises de Clarissa, pero esta vez la sensación fue diferente. Nunca antes había tenido a esa chica tan cerca y eso produjo que su corazón latiera con mucha más fuerza de los que había hecho antes. Y a consecuencia de eso no pudo evitar fijarse en el rostro dulce y aniñado de la chica que apenas había conocido hace unas horas y que le producía sensaciones extrañas. Y quizás fue el tenerla tan cerca, la consecuencia de no poder evitar hacer lo que hizo.
Antes de que Clarissa se levantara del suelo y volviera a perder el contacto visual, Lucy se abalanzó hacia ella y la besó en los labios. Clarissa ante la reacción de Lucy, se quedó sorprendida, pero después se acostumbró al cálido aliento de Lucy y se unió al beso.
_ ¿Por qué has hecho eso? _ Preguntó Clarissa separándose con cierta brusquedad de Lucy.
_ Yo... yo lo siento. No quería...
_ Pensé que me estaba volviendo loca _ La interrumpió Clarissa _ Pensé que me había vuelto loca al sentir ese vació extraño dentro de mi pecho, como si me faltara el aire.... Pero veo que tú sentiste lo mismo que yo.
_ ¿Chicas por qué estáis tardando demasiado? _ Interrumpió en la cocina Joanna McKenzie.
_ Lo siento madre... pero se me ha caído un plato accidentalmente y Clarissa me ha estado ayudando.
_ Tú como siempre en las nubes... Volved las dos a la mesa. Yo me encargaré de limpiar el resto.
Los hechos que ocurrieron después del beso, fueron los más normales del mundo. La familia Smith abandonó el hogar de la familia McKenzie después de la cena y tanto Clarissa como Lucy no volvieron a repetir esa escena.
Pasaron tres meses desde el beso y aunque para ambas chicas era una tortura, no podían estar a solas porque lo que sentían la una por la otra estaba moralmente mal visto por la iglesia y a pesar de que tanto Lucy como Clarissa se miraban con amor, ellas sólo se podían limitar a saludarse con amabilidad.
_ Tienes que arreglarte, ya sabes que esta noche William Burton te pedirá la mano por tu dieciocho cumpleaños.
_ Pero madre, yo no lo amo.
_ Tonterías, ya verás que con el tiempo aprendes a quererlo. Además, el está enamorado de ti y haría lo que fuera por casarse contigo. Tienes mucha suerte de encontrar a un chico como él, no lo olvides.
Lucy se alisó la falda de su vestido de terciopelo de color azul oscuro y se dirigió al salón de su casa. Allí junto a su familia se encontraba los Burton, los cuales estaban emocionados de poder emparejar a uno de sus hijos con la hija mayor del pastor.
_ Querida familia Burton _ Comentó Timothy _ Me complace poder entregar la mano de mi hija como muestra de unión entre ambas familia. Por favor Lucy ven y colócate junto a tu futuro esposo. Lucy hizo lo que pedía mientras William sacaba una pequeña cajita de uno de sus bolsillos.
_ Lucy McKenzie, ¿me concederías el honor de ser tu esposo?. Prometo amarte y respetarte hasta que la muerte nos separe.
Lucy miró los fríos ojos marrones de William y comprendió que no eran los mismos ojos cálidos de sus amada, que no podía vivir sin ella y que no estaba dispuesta a casarse con un hombre que apenas quería. Por esa razón fue por la que no dudó ni un momento en huir en dirección a la puerta y correr en busca de libertad, lejos de ese horrible compromiso. Lucy corrió y corrió sin escuchar los gritos de rabia de su padre, lo único que quería era irse lo más lejos posible y ser libre. Hasta que casi sin darse cuenta tropezó con alguien.
_ Ten más cuidado, me has caído toda la leña que había cortado y... ¿Lucy?... ¿por qué vas tan corriendo?.
_ Clarissa... Mi familia me quiere comprometer con el hijo de los Burton... y yo he huído. No puedo permitir que me casen con alguien a quien no amo.
A lo lejos se podían oír los gritos del pastor Timothy llamando a su hija amenazadoramente. Clarissa vio la mirada aterrada de Lucy y no dudó ni un momento en ayudarla en lo que fuera.
_ Rápido _ Murmuró Clarissa agarrando la mano a Lucy _ Corramos hacia el pequeño granero que está junto a mi casa. Allí no nos encontrará.
Una tormenta se desencadenó mientras las dos muchachas corrían hacia el granero. Y cuando Lucy sintió que sus piernas iban a fallarle, llegaron a una pequeña cabaña de madera. Clarissa abrió la puerta y se introdujo en ella junto a Lucy.
_ Ha estado cerca _ Murmuró Lucy _ Gracias por ocultarme aquí.
_ No he hecho nada. Solo he retraso lo inevitable, ¿pero es que estás loca?.
_ Tú no lo entiende... William no es un mal chico pero no puedo amarlo de la misma manera que hago con...
Lucy se calló en ese punto de la frase.No sabía si continuar porque desde el beso que se dieron en la cocina de su casa, jamás volvieron a pronunciar ninguna palabra sobre el tema. Clarissa giró su mirada hacia Lucy y supo enseguida a quien se refería.
_ ¿Crees que yo no siento lo mismo?... ¿Crees que no se me parte el corazón al saber que no puedo tenerte por el simple hecho de que somos dos mujeres?... ¿Qué no crea que esta sociedad es injusta por ver con malo ojos a dos mujeres amarse?... Estás muy equivocada con respecto a mi si piensas que esta situación la llevo bien... Odio no poder besarte, abrazarte o decirte simplemente un te quiero porque somos mujeres.
_ Clarissa lo que pasó en la cocina fue...
_ Una simple muestra de lo que es el amor verdadero. Lucy te amo pero lo nuestro es imposible.
El sonido de un trueno retumbó afuera en el mismo momento en que Lucy se volvía a perder entre los ojos grises de Clarissa sintiendo lo que sintió aquella vez en la cocina. Con cierta timidez, Lucy se acercó hacia la única persona a la que amaba y juntó sus labios con los de ella.
Clarissa comenzó a profundizar más el beso, invadiendo la boca de Lucy con su lengua. Cansada de besar sólo una parte de ella, comenzó a posar sus labios sobre el cuello de Lucy, mientras ella guiaba sus manos a través de los botones del vestido negro de Clarissa, desabrochándolos. Pronto, Clarissa comenzó a imitar el gesto de Lucy haciendo lo mismo con su vestido, quedándose ambas en ropas interior. Y fue ese momento cuando la dos fueron consciente de lo que estaban haciendo, deteniéndose bruscamente.
_ Lucy no creo que ésto sea conveniente. ¿Qué dirá tu padre, un mensajero de dios si nos encuentra de esta manera?.
_ No me importa lo que diga mi padre. Si de verdad existe dios, sabrá que nuestro amor es puro y no tenemos intención de hacer daño a nadie.
Clarissa miró con dulzura a Lucy y comenzó a besarla nuevamente y pronto comprendió que lo único que había deseado desde hace tiempo era sentir el roce de la piel de Lucy contra la suya. Despacio pero sin detenerse, comenzó desabrochándole el corsé, liberando los pequeños pechos de su amada para después, besar cada detalle de éstos. Mientras tanto, Lucy besaba el cuello de su amada y hacía lo mismo con el corsé de Clarissa.
Poco a poco los besos de Clarissa continuaron bajando hasta casi la parte íntima de Lucy, enfadándose con la ropa interior por esconderla. Pero pronto está desapareció, dejándola al descubierto. Con una gran felicidad mezclada con placer que nunca antes había sentido, comenzó a besar esa parte mientras su amada gemía.
Pasado cinco minutos, ambas se tumbaron sobre un montón de heno y Lucy comenzó a invadir la parte íntima de Clarissa, mientras ésta no paraba de besar los muslos de su amada. Ambas gemían de placer y comprendieron que lo que estaban sintiendo no era otra cosa que amor. Pero no un amor que con fecha de caducidad que Lucy había visto en cientos de parejas concertadas, si no un amor como el que se describía en los libros románticos.
Ambas notaron como el tiempo se detenía mientras no paraban de besarse y sólo se detuvieron cuando les invadió el cansancio y decidieron permanecer dormidas abrazadas la una a la otra. Pero con la diferencia de que Lucy acariciaba la cabellera rubia de Clarissa y ésta acariciaba la cabellera castaña de Lucy. Y hubieran permanecido así durante toda la vida si no hubieran sido interrumpidas por el pastor.
_ ¡Lucy McKenzie que demonios has estado haciendo como esa hija de satanás!
_ Padre yo... ¡puedo explicarlo!.
_ No hay nada que debas explicarme. Llevo toda una vida luchando contra el maligno y descubro que mi hija está retozando con una enviada del diablo. Hermano Francis, prepara la hoguera, al amanecer tenemos que purificar a un par de almas invadidas por el maligno _ Y sin decir nada más, el pastor Timothy se fue.
_ ¡No padre... tú no lo entiendes!.
Pero todas las súplicas en forma de grito que soltaron ambas muchachas aquella noche fueron inútil. Permanecieron encerradas hasta que amaneció cada una en una celda distinta. Y cuando los primeros rayos del sol asomaron por el horizonte, fueron conducidas hacia el centro de la plaza del pueblo. Una vez allí, cada una fue llevada y amarrada en un poste de madera, permaneciendo una enfrente de la otra.
_ Queridos hermanos hoy lamentablemente me he visto obligado a contemplar como la frágil alma de mi hija mayor Lucy, ha sido invadida por el maligno. Sin más, me veo obligado a quemarla con el fin de que dios la perdone, así como la pobre alma de la hermana Clarissa Smith. _ Hizo un silencio para observar el rostro de los que habían venido a la ejecución para después continuar _ Sólo espero, que dios, ser misericordioso se apiade de estas pobres muchachas.
Y dicho eso, el cogió una antorcha y prendió fuego a las dos chicas. Clarissa gritaba pidiendo auxilio y diciendo que lo único que había hecho era amar. En cambio Lucy, miraba en silencio los ojos grises de su amda mientras era consumida por las llamas. Y con el recuerdo de haber sentido el significado del amor verdadero, Lucy Smith murió quemada en la hoguera

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