miércoles, 25 de enero de 2017

Asleep


Había soportado demasiado y estaba cansado. Muy cansado de su estado de ánimo que hacía tiempo que no cambiaba. Cansado de sentirse ciego y no ver un camino donde poder seguir adelante. Cansado de no encajar y no sentirse querido.
No podía permanecer más en ese sitio por mucho tiempo. Había cogido odio a las cosas que antes le hacía feliz, estaba asqueado de aferrarse a una vida que ya había acabado.
Había pedido ayuda, pero no le fue afectiva. No sabía como seguir y hacer las cosas simples de la vida como levantarse de su cama, le suponía un gran esfuerzo.
Por eso no le costó hacer lo que llevaba tiempo planeamdo. Puso su vinilo de “The Smiths” en su viejo tocadiscos como última voluntad. Sonaba la canción “Asleep”, cuando mezcló alcohol y antidepresivos y cuando se los tomó sonrió, pues por fin los antidepresivos tendrían alguna utilidad.
Y mientras su efímera vida se consumía en sus últimos minutos, sucedió algo que no contaba. Delante de él apareció dos figuras con formas femeninas, ataviadas con túnicas muy antiguas, una de color blanca y la otra negra. Tenían rostros juveniles pero se les notaba en sus rostros el paso del tiempo, como si hubieran vivido demasiado.
_ ¿Quienes sois? _ Se atrevió a preguntar la agonizante persona desde su cama.
_ Nos conoce desde siempre, porque somos tan antiguas como el tiempo _ Empezó la figura de blanco_ Soy la vida y ella es mi hermana la muerte.
_ He venido porque me has llamado _ Siguió la figura de negro _ Desde que nacéis, siempre estoy a vuestro lado, esperando hacer mi trabajo. Unas veces tardo poco y otras veces, toda una vida. Pero hay veces que vosotros mortales, queréis adelantar mi trabajo y no me queda más remedio que mi hermana me acompañe.
_ ¿Por qué? _ Preguntó con voz tenue la persona mortal.
_ Porque quiero saber porque desperdicias mi trabajo. Desde que nacéis, os otorgo una existencia, oportunidades de ser feliz, de hacer lo que queráis y si bien es cierto que a veces os pongo dificultades, lo hago para que aprecies las cosas buenas que os ofrezco.
_ ¿Pero por qué tengo que seguir contigo? Hace tiempo que dejaste tener sentido para mi. No puedo mas, te has convertido en una carga demasiado pesada para mi y estoy seguro que tu hermana me ofrecerá un lugar mejor donde ir.
Las figuras se acercaron al mortal y ambas le tendieron la mano pero solo la figura blanca volvió hablar.
_ Por favor quédate conmigo, te prometo que llegará un tiempo donde te ofrecerá cosas buenas.
_ Cuando has dicho que el tiempo me dará cosas buenas, ¿a cuanta cantidad te refieres?_ Preguntó con tono frustrado _ ¿Unos días, meses o años? Mira ya estoy muy cansado y toda mi esperanza se ha ido junto con mis ganas de seguir contigo. Sólo tengo una pregunta antes de abandonarte... ¿Por qué nunca nadie me ha querido?
La figura banca se quedó callada ante su derrota, mientras que la de negro cumplía con su trabajo. Se acercó y le tendió los brazos al mortal para poder abrazarlo. Y sólo cuando estuvo entre sus brazos, aquella frágil persona, se dio cuenta de que nunca estuvo solo. Pues la muerte siempre lo esperó para rodearlo con sus brazos en el último instante de su vida.