Me gustabas mucho.
Me gustabas más que oír como la aguja
de mi tocadisco arañaba mi vinilo favorito de David Bowie
Me gustabas más que sumergirme entre
un mar de sábanas y mantas en mi cama en una fría noche de
invierno.
Me gustabas más que perderme entre las
palabras que compone un relato de J M Barrie cuando me sentía
melancólica.
Me gustabas más que comer chocolate a
escondidas.
Me gustabas más que contemplar los
fuegos artificiales mientras pensaba que ver ese espectáculo sin
alguien especial, debería ser considerado una tortura.
Me gustabas más que escuchar el sonido
de la lluvia caer sobre los cristales de mi habitación.
Me gustabas más que observar el cielo
nocturno cuajado de estrellas mientras me hacía sentir
insignificante
Me gustabas más que sentirme libre
cuando andaba descalza.
Me gustabas más que mi lado rebelde e
independiente que se identificaba con cierta canción vieja de los
70`s mientras pensaba que podría romper cualquier esquema.
Me gustabas más que el infantil hecho
de que alguien me hiciera cosquillas en el pelo.
Me gustabas más que viajar al recuerdo
de aquel día que visité Kengsintons Gardens.
Me gustabas mas que reirme de todo lo
que decían de mi.
Me gustabas más que pensar de una
manera estúpida e inocente que cada persona tiene algo bueno y nadie
es malo del todo.
Me gustabas más que pensar en que
habría por ahí un final feliz esperándome.
Me gustabas más que escribir ésto
mientras me creo que lo hago, cuando la realidad es totalmente
diferente.
Me gustaste demasiado y te quise. Y por
eso te permití que me hicieras daño.
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