jueves, 12 de febrero de 2015

SEIS MESES SIN TI, ROBIN


A lo mejor no debería de escribir nada teniendo en cuenta que puedo parecer idiota ya que nunca te conocí en persona, pero hoy me he levantado y no he podido evitar recordar que hoy se han cumplido seis meses de tu muerte. Seis meses en que los niños de los ochentas/noventas nos hemos sentido un poco más huérfanos y creo que sería justo hacerte un pequeño homenaje.
Creo que mi primera película que vi de ti fue "Hook" (o al menos eso dice mi memoria) y desde aquel instante te convertiste en parte de mi familia... como una especie de tío lejano que siempre estaba ahí para hacernos pasar un buen rato. Pronto llegaron las tardes interminables tumbada en el sofá de mi casa mientras veía "Jumanji", "Jack", "Flubber", y la favorita de mi madre "La señora Doubfire". No había ninguna tarde de domingo en la que no veíamos algunas de tus películas, llegando a crear un extraño vínculo contigo. Los años pasaron y aunque entré en la adolescencia, nunca dejé de ver tus películas ya que siempre me trasmitía un mensaje de positividad y de que todos los sueños se podían cumplir.
Pero lamentablemente, repartiste tanta felicidad hacia los demás que no te guardaste nada par ti y sin poder evitarlo caíste en depresión. Una horrible enfermedad que te llevó a la muerte y con ello, la infancia de aquellos niños que disfrutaban con tus películas. 
Hemos pasado 185 días horribles en los que nos hemos preguntado como esa jodida enfermedad te llevó por delante y lo que es peor porque nunca dejaste que supiéramos de tu enfermedad... pero supongo que lo hiciste porque no querías que no sintiésemos tristes por ti y porque querías que te recordásemos como un hombre alegre.
Pues tengo que decirte que sólo conseguiste lo segundo porque todavía no hay niño de los ochentas/noventas que te eche de menos y llore tu pérdida... pero por suerte aún nos quedan tus películas. Películas que todos los niños de mi generación guardamos dentro de nuestra memoria y que cada vez que queremos recordarte, solo tenemos que hacer memoria de aquellas tardes inolvidables en los que te veíamos como el capitán de los niños perdidos, como un hombre travestido, un científico chiflado o como un niño en el cuerpo de un adulto.
Espero que esté bien allí donde esté y sin más, me despido en este día gris. Descansa en paz Robin.

No hay comentarios:

Publicar un comentario